Adele tiene una excelente voz, así lo demuestra en el tema principal de película de James Bond, Skyfall, pero decir que interpreta soul es demasiado presuntuoso.
Una cosa es cantar y otra interpretar, ahí está la diferencia, un género tan difícil como el soul hay que interpretarlo con el alma, por eso lleva ese nombre.
Adele es un producto mediático que saltó a la fama gracias a Myspace, por unos videos que publicó un amigo donde se la veía cantando.
Allí la vió un productor que creyó ver en ella un diamante en bruto y nació el fenómeno “Adele”.
La cuestión es que luego de 2 años la pintan como una de las últimas representantes del soul británico... para ser honestos, es un título que le queda demasiado y excesivamente grande.
El rhythm and blues, blues y soul tiene origen afroamericano, donde se destacaron por años y aún lo hacen Aretha Franklin, Gladys Knight, y otras, pero no es muy frecuente que una cantante blanca logre el feeling necesario para interpretar esos géneros.
Los británicos tienen una atracción muy particular por el soul y donde se destacan algunas dignas exponentes, como Joss Stone o Lisa Stansfield, pero de ningun modo Adele puede compararse con alguna de ellas.
Su música ni siguiera puede considerarse plastic soul, término que le dan los músicos de raza negra, al soul hecho por blancos.
Dejemos el soul para los que lo sienten y digamos que Adele es solo una de las nuevas representantes del pop británico.
Autor: Eldo Cente