Casualmente, navegando por la web intentando leer algo interesante, me crucé con un par de sitios web, que se especializan en dictar a algunos hombres ¿?, clases en métodos de seducción.
Se trata de Cursos y Seminarios (no será mucho?), orientados a "ayudar" a caballeros, en lo que aquí conocemos como el típico "levante" ( sin animo de darle una connotación fálica).
Honestamente me resultó muy curioso y me pregunté; qué clase de hombre puede llegar a recurrir a una Academia especializada en seducción?:
Tal vez se trate de hombres profundamente tímidos; hombres a los cuales se les partió el corazón en alguna esquina y ahora no saben cómo recuperarse; tipos inseguros; solitarios; o tal vez el típico "bacán" que busca nuevas estrategias para que no se le escape una mina y hace todo lo que esté a su alcance para seguir cazando.
Luego, mirando los testimonios que se exponen en una las páginas, leí que los Ex- Alumnos se refieren a su experiencia como "el principio del cambio"; "tenía minas pero no las que quería" ( hablando del bacan); "mi mundo de otra manera"... y así siguen con declaraciones que apuntan a la atracción de clientes de las más variadas especies y condiciones.
¿No estarán exagerando muchachos?
Digo, ¿realmente necesita un hombre que un "experto", le enseñe cómo conquistar a una mujer?, ¿en verdad puede enseñar alguien cómo hacerlo?... No lo creo, aunque me lo discutan, Seductor se nace y no se hace. Pero lo que sí creo es que se fomenta el hedonismo y una falsa seguridad que terminará por quebrarse en cuanto la presa ( nosotras, las mujeres), nos demos cuenta que solo nos leen un guión,
Representan un personaje de una obra que fue escrita para se interpretada por cualquiera; donde nosotras somos, en definitiva, nada más que eventuales participantes de un parlamento plagiado, de acciones que no se sienten, y de palabras que carecen de profundidad.
¿Qué los lleva a pedir éste tipo de ayuda? ...Será la soledad, la profunda timidez, la curiosidad o hasta la promiscuidad...
Yo no tengo la respuesta, pero no me convence la idea, aunque sí, en contados casos (el solitario que sufre su soledad), podría llegar a justificar el pedido de auxilio.
A mi no me vengas con un verso ensayado... ya somos grandes, muchachos... la mujeres "hétero" queremos un hombre con inteligencia para convencernos de sus intenciones (cualquiera que estas sean), y no un actor de cuarta que solo quiere ir a la cama. ¿Entendiste nene?
Autor:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario