miércoles, 8 de febrero de 2017

¿Es mas mortal Whatsapp que un tiburon?



Gracias a Steven Spielberg y todas las versiones de la película Tiburón, son muchas las personas que creen que este bicho es un asesino come hombres, pero sin embargo las estadísticas dicen que alrededor de 10 personas al año solamente, mueren por ataques de tiburones.

El hipopótamo, así cómo lo ves con esa cara de buenito, mata 2.900 personas por año en el planeta.

Has visto?... claro, al fin y al cabo es un animal salvaje, pero veamos qué pasa con animales domésticos; ya sabemos que los perros pueden ser peligrosos, de hecho producen miles de muertes al año, ¿pero el caballo?... solo en Estados Unidos, el caballo mata alrededor de 20 personas al año, y la vaca un poco mas.

¿La vaca?... esa que nos da la leche y hacíamos la composición en la escuela? esa misma, sin contar los accidentes viales cuando se las llevan puestas en las rutas, entre patadas que reciben los tamberos y ataques deliberados, porque sí nomas, cada año mandan al cementerio cerca de 22 personas.

Pero dejando de lado los animales, hay otra cosa que es mucho más peligrosa para la especie humana que el pobre tiburón, El Whatsapp !!!

Algo tan insignificante cómo enviar mensajitos por celular mientras se conduce, mata 6000 personas anuales, cifra que se incrementa año tras año, y no hablemos de los que cruzan la calle whatsapeando sin mirar la luz de semáforo...

¿Y todavía crees que el tiburón es peligroso?

Laboratorio de recuperación de datos

jueves, 2 de febrero de 2017

Como mejorar el alcance de una red WIFI


Muchas veces por diversas razones necesitamos orientar o aumentar el rango de alcance de nuestro Router WiFi

Puede ocurrir que el equipo esté instalado en un extremo de nuestra vivienda y no alcanza a cubrir la totalidad de la superficie, o te has enterado que tu vecino está intentando conectarse con tu red

Para eso tenemos dos opciones comprar un repetidor los hay de diversas marcas y modelos.

O utilizar un poco de ingenio con algunos elementos fáciles de conseguir. Vamos a necesitar:
  • 1 una hoja de papel de aluminio  
  • 1 envase plastico de CDs vacio, obvio ;)
  • Pegamento

Lo siguiente es cortar el eje del centro del envase y agujerear la tapa para que quede así:

 
Cortas un rectángulo de papel de aluminio de 20 cm (1/2 circunferencia) por 9 cm. (altura).
Lo pegas rodeando el envase, de modo que funcione como deflector.

Luego lo armas y lo introduces en la antena del router, como ves en la foto del principio.

Enfoca el deflector de aluminio hacia la zona donde quieras mejorar la conexión y listo, ya tienes WIFI en toda la casa.

Como deshacerse de una mujer y su histérico perro


Aposté con “El Ruso” que Silvana, la recepcionista de la oficina, iba a ser primera en mantenerse un año en el puesto, ninguna duró tanto tiempo, todas las anteriores renunciaron o las echaron, por conflictos con el jefe, un tipo difícil de soportar, y no cualquiera lo logra

Cuando la contrataron estaba perdida como pingüino en un garaje, y como mi estación de trabajo está en su línea visual no me dejaba en paz, todo me lo preguntaba a mi. 

Pero después de un par de semanas ya nos habíamos hecho bastante compinches, y gracias a un espejo en la pared que me permitía verla sin que ella se dé cuenta, comencé a notar un comportamiento curioso, se quedaba largo rato observándome, y cuando yo devolvía la miraba, desviaba la vista.

No lo voy a negar...  estaba más buena que comer pollo con la mano, pero debía tener cuidado porque las reglas de la empresa son muy estrictas en cuanto relacionarse con compañeros de trabajo, hace unos años un “toutchandgo” con La Turca de legales, casi nos cuesta el puesto a ambos.

Así que con esta Silvana, tenía que ir con pie de plomo, encontré la ocasión para charlar con ella en privado, siguiendo sus pasos cada vez que iba a prepararse un té en la pequeña cocina de la empresa. Al tiempo me di cuenta que ella hacía lo mismo cada vez que yo iba a tomar café.

Una tarde, mientras conversábamos, comenzó a provocarme con gestos y caricias, un poco en broma y otro poco en serio.

- A donde queres llegar? - le pregunto, como para tantearla

- Donde quieras llevarme - me responde con cara de gata en celo.

Ahí mismo, entre la máquina de café y el dispenser de agua, nos besamos como bestias, y la adrenalina por el temor que alguien nos viera, nos excitaba aun mas.

Quedamos en encontrarnos a la salida para ir a su departamento, el viaje en taxi fue una odisea no dejábamos de besarnos, salimos como pudimos del ascensor sin dejar de besarnos, mientras ella intentaba abrir puerta de entrada, escuché un perro histérico ladrando.

- Parece que tu mascota está más impaciente que yo - le dije

- Hay si… se llama Fini, lo adoro…- dice mientras lo levanta en brazos - hola tesorito ¿extrañaste a la mami? ¿si? - dice con voz de nena idiota.

El bicho le empieza a lamer la cara, hasta meterle la lengua en su boca.
Para rematarla, cuando lo deja en el piso, me mea la pierna derecha.

Mi libido desapareció por completo, estaba molesto por la meada y horrorizado por lo que veía, segundos antes me había besado a mi y seguramente después me iba a volver a besar…. puajjj !!

- Te pasa algo, estás bien?-

- No nada, me dio tos - dije con cara de asco

Cuando ella se fue a la cocina a darle de comer al bicho histérico, saqué rápido el celular de mi bolsillo y lo hice sonar simulando una llamada.

- No sabes lo que pasó - le dije con la mejor cara de tragedia, - mi primo chocó de frente con el auto y está grave. .. me tengo que ir urgente..- 
La verdad es que hace años que no sé nada de mi primo y tampoco creo que pueda conducir por no ve un elefante en un pasillo, pero el cuento me sirvió para huir despavorido del lugar.

Ni borracho vuelvo a besar a esa mujer, era viernes y ya pensaba como iba a zafar la semana siguiente, me envió tropocientos mensajes por whatsapp que no respondí, mientras buscaba qué excusa le iba a dar para rechazarla cuando quiera volver a salir.

Cuando llegué el Lunes a la oficina, no la vi en su escritorio, y me encara “el Ruso” con una sonrisa de oreja a oreja

 - “poniendo estaba la gansa”... a esta también la echaron - recordándome la apuesta que le había hecho.

- Uff, que alivio -

- ¿Alivio?

- Mirá, es largo de explicar - le digo - pero me parece que me está empezando a caer bien el jefe...