jueves, 21 de abril de 2016

El teclado sepultó a la caligrafía.

Los rasgos artísticos y perfectamente  construidos de una buena caligrafía, en la actualidad son un asunto casi irrelevante,  la inevitable reclusión de los matices de la personalidad  impregnados a través de la caligrafía, ya no es importante y ha transformado este arte en un asunto casi artificial.


Tras la aparición de la imprenta y el gran avance en la producción e impresión de libros conseguido hasta ese entonces, la caligrafía se convirtió repentinamente en una disciplina de segundo plano.

Mas tarde, los posteriores  avances tecnológicos como el bolígrafo, máquinas  de escribir, ordenadores, etc. han supuesto la pérdida de importancia de la caligrafía frente  a la tipografía, al momento de escribir.

La belleza de la escritura a mano ha sido una de las víctimas del acelerado ritmo de  vida de las personas, por cumplir  parámetros  impuestos  por sus obligaciones, con el  fin de conseguir  éxito absoluto en sus diferentes sectores.
Sin embargo, pese al decrecimiento en el uso de la caligrafía, cabe recalcar que en algunos países,  ésta aun  sigue siendo considerada dentro del programa de estudios  como  una asignatura ha ser aprobada.

Actualmente, celosamente desarrollada por profesionales calígrafos, se puede observar en áreas mas comerciales como, publicidad, promoción de eventos, etc. con muy buenos resultados.

"Hoy la redacción caligráfica artesanal, es cada vez mas solicitada para confección de tarjetas para eventos, pergaminos. etc."  dice  Maria Soledad Lopez, perito y artista, desde su sitio Caligrafía y Pericias, y prosigue: "Una invitación formal a una boda redactada de puño y letra le da un grado de distinción inigualable y transmite una sensación de sinceridad y afecto al invitado"

La caligrafía, “un arte vivo”, como expresión artística se niega a  ser sepultada, no solo por su estética sin igual, sino también por la reciprocidad  esperada  luego de haber sido la piedra angular dentro de la comunicación e identificación de culturas.



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